domingo, 14 de junio de 2009

CARACTERÍSTICAS DEL ESPAÑOL DE CHILE


Desde que los españoles pisaron América, comienza la historia de nuestro dialecto, ellos traían consigo una lengua ya maquinada desde el Imperio romano, y con muchos aspectos que ganaron al conocer la cultura árabe. Pero no es hasta el encuentro de dos mundos, que los matices indígenas dan los primeros indicios de lo que será el español de América. En nuestro caso particular, los rasgos fundamentales de la conformación dialectal de la lengua española en Chile se basan esencialmente, en aquellos que han delimitado la variedad andaluza, tal como lo ratifica Enguita (1992). Pero Junto con la preponderancia que el contingente andaluz tiene en el panorama social chileno desde el siglo XVI hasta finales del XVII, también encontraremos rasgos propios de su hablar en la modalidad nacional.
Puede parecer evidente, que así como el pueblo mapuche se resistió a la conquista, el mapudungun también dejó un poco de lo suyo en la lengua que se venía para los tiempos de la Colonia. Sin embargo, no sólo él, si no también la tenacidad de la lengua nahualt, el quechua y tantas otras, se presentan hoy en día como parte cotidiana de habla diaria.

La pronunciación característica del dialecto chileno se da por herencia andaluz, con el cual compartimos, en cuanto a sistema, prácticamente todo, pero a su vez, debemos considerar que presentamos un vocabulario básico fundamental, que es el patrimonial. En el plano fónico solo diferimos por carecer de dos fonemas: totalmente, del que representamos con la letra “z”, y casi totalmente, del que representamos con la letra “ll”; el primero sustituido por /s/, y el segundo por /y/. Se trata de los fenómenos conocidos como ‘seseo’ y ‘yeísmo’. En el texto “El español de América” se explica la expansión del seseo en chile y en el resto de Hispanoamérica, como resultado de una diferenciación de los criollos frente a los colonos, dándole una importancia individualista y de una cultura propia. La aparición, progreso y generalización del seseo están íntimamente relacionados con la nueva índole, cultural e individual, de los colonos y conquistadores españoles y de los primeros criollos, y con las nuevas condiciones de su vida social.
Pero finalmente, como empleamos la ortografía de la Real Academia Española, conservamos los grafemas “z” y “ll”, independientemente de su pronunciación. Desde nuestra independencia solo se ha observado un aumento paulatino del yeísmo, ya que con respecto seseo, se observa una pérdida cada vez mayor de la ese al final de las sílabas (aspiración) y la aparición de una variante del fonema que representamos con la letra “ch”, pronunciada más o menos como la “sh”. Así también encontramos en el lenguaje coloquial que una "d" intervocálica se reemplaza por una fricativa dental sonora, rasgo difundido por varios sectores latinoamericanos y transmitidos desde varias regiones españolas.
Según Rabanales (2000) el sistema, es la unidad de la lengua, y es casi el mismo para todo el mundo hispánico. Las discrepancias en el habla están a nivel de la norma, esto es, en la realización condicionada por diversos factores del sistema. Estos factores pueden ser el tiempo y la ubicación en que se produce el habla, la generación, sexo y nivel sociocultural del hablante, la actitud adoptada, etc.
Nuestra capital, al ser el lugar más importante de nuestro país, ha actuado como un centro homogeneizador del habla, expandiendo de esta manera toda la cultura. Pero observamos que se produce inevitablemente una variación regional, por lo cual, determinado por el vocabulario utilizado, se han determinado cuatro zonas distintas desde el punto de vista lingüístico: nortina, central, sureña y Chiloé. Así encontramos que mientras en la zona nortina se habla de la cucarda, el pichel, la batea, andar calato, en la zona central estas expresiones corresponden al
hibisco, el jarro, la arteza y andar en pelota, respectivamente. En la zona sureña proliferan las voces de origen mapuche, en la zona central se observan voces como colloy, collofe (cochayuyo), y en Chiloé, voces como colle (color café oscuro), murque (harina tostada), collulla (araña pequeña), siendo esta última zona la que presenta un carácter más arcaico. A nivel de la fonética, la variación es sobre todo de entonación y no se observa mucho cambio a nivel morfosintáctico.
Con respecto al nivel cultural del hablante y su actitud podemos distinguir 4 variantes normativas del habla: culta formal, culta informal, inculta formal e inculta informal. Por ejemplo: observamos que el hablante culto en situaciones formales dice “bofetada” y en situaciones informales dice “charchazo”. En el habla culta informal se observa, además, la perdida de la “d”, entre vocales (cansao por cansado); perdida de la “d” al final de la palabra (verda en lugar de verdad); asimilacion de la “r” a la consonante siguiente (canne en vez de carne); simplificación de los grupos consonánticos (refalar en vez de resbalar), la pronunciación del grupo “tr” con la “r” asibilada (teatro por de teatro), la abreviación de voces (tele en vez de televisión), adición sistemática de la “g” ante la “u” en diptongo (güevo en lugar huevo), asimilación (viciversa en vez de viceversa); disimilación (comisería en vez de comisaría); tendencia a evitar el hiato (alcol en vez de alcohol).
Por otro lado, el hablante inculto con frecuencia recurre a la coa (jerga de los delincuentes chilenos), y dice choriar por robar, tira por policía civil, cana por cárcel, etc. El habla informal, y sobre todo inculta, posee muchas expresiones groseras (tabúes) de carácter sexual y escatológico. Caracterizado también por utilizar la muletilla güevón. Se observa también la confusión de la “l” con la “r”, ante consonante (cardo en vez de caldo), al final de una palabra (calol en vez de calor); sustitución de “p” por “k” ante “t” (acectar en vez de aceptar); acumulación de cambios fónicos en una misma palabra (triato en vez de teatro); vocalización de algunas consonantes en posición preconsonántica (paire en vez de padre). El habla inculta informal, junto con el habla culta informal, son las que más representan la herencia andaluza en el español de Chile. Pero al mismo tiempo el habla inculta informal es la que más se aleja del español estándar. Existe además el uso excesivo de diminutivos afectivos en una conversación cotidiana, para el uso de tanto personas como también para objetos, asi está el vinito, pancito, tecito, etc. Una particularidad propia de Chile, es la alteración de la palabra “pues”, esto de sa en muchos países latinoamericanos, pero solo en nuestro pais se altera en “poh” y se usa de manera desmedida, como muletilla.
Otra característica muy notable del español chileno es su voseo particular, en el cual podemos hacer tres distinciones en el uso del segundo pronombre personal singular, siendo entonces usted, tú y vos. Cada una de estas distinciones se diferencia en la simetría entre hablantes, siendo usted utilizado en relaciones asimétricas, tú en situaciones simétricas de confianza y vos donde la relación es simétrica pero la confianza es extrema. La aceptación del voseo ha sido motivo de muchas investigaciones, llegando al acuerdo que fue inicialmente aceptado, por integración española, luego erradicado de las clases más elevadas por voluntad de Andrés Bello y luego, hasta el día de hoy, aceptado nuevamente por las clases medias y altas. Las conjugaciones referidas a vos, tienen la misma raíz a aquellas relacionadas al vosotros español, pero con la omisión del último fonema /e/ agregándole además la aspiración de la /s/, ej: querih (quereis), sabih (sabeis).

Para entender el dialecto chileno, es necesario además de todo lo que se ha explicado, conocer algunas palabras propias de la región, donde se agradece el aporte de idiomas nativos como el mapudungun o el quechua, pero principalmente palabras de origen europeo que llegaron a Chile a mediados del siglo XIX, donde destaca principalmente el inglés. A la comúnmente usada palabra “cachai” (del verbo cachar), se le ha asignado dos procedencia de igual importancia y validez. Según algunos estudios, proviene de la palabra “catar”, de similar significado, donde el tiempo y la evolución de los hablantes habrían echo derivarla en un vocablo específicamente juvenil. Otro camino, es designarle al verbo “cachar” como una adaptación del inglés “to catch” que quiere decir, entender, captar, manejar, etc. Muy similar la historia de “te tinca”, que proviene del verbo pensar en ingles “think”.
En el idioma español propiamente chileno, se percatan errores de dicción que sobresaltan en el cono americano, marcando de alguna manera una identidad que encasilla a los chilenos como los hablantes más propensos al error. Estos los detectamos con los conocidos Vicios del lenguaje, que son formas inadecuadas de la construcción del lenguaje, que a la postre, darán como resultado un mal entendimiento en la comunicación.
Entre los más recurrentes del dialecto chileno se encuentran:

1. Apócope: es el corte informal de una palabra.
Ej: - “La Pame se fue en bici”
“Dejé en el cole mis tillas”

2. Coprolalia: significa hablar inmundicias, y se refiere a garabatos, groserías y palabras soeces. El vicios no es decirles, sino hacerlas partícipe de una conversación en donde son innecesarias, se encuentren fuera de lugar o se usan de manera exagerada
Ej. - “Que tetas mas ricas por la mierda”

3. Pleonasmo: es la repetición innecesaria, una redundancia.
Ej. “Me voy yendo”

4. Solecismo: es general es la errada conjugación verbal o mala sintaxis en la frase.
Ej. - “Tu soy el que tiene que ver eso” (Este es el ejemplo mas común).

5. Ultracorrección: modifica las palabras y altera la dicción con la propósito de hacerlo más creíble y representar una status social más elevado de forma errónea
Ej. - “Te paso la toballa ahora”.


Bibliografía

Pountai C. (2001). A history of the Spanish language through texts. Edición ilustrada. Publicado por Routledge.

Rosenbalt A., Tejera M. J. (2002). El español de américa. Publicado por Fundacion Biblioteca Ayacuch
Bizzarro S. (2005). Historical dictionary of Chile. 3º Edición, Edicion Ilustrada.

Contreras, M. (2000). Criollismo lingüístico en el español de Chile del período colonial. Estudios Filológicos, N° 35, pp 41-59. Recuperado de: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0071-17132000003500003&script=sci_arttext

Rabanales, A. (2000). El español de Chile: Presente y futuro. Onomazein: revista de Lingüistica, Filología y Traducción, vól 5, pp 135-141.

Blogger. Los vicios del lenguaje. Recuperado el 18 abril 2009 en http://mariajulialabrin.blogspot.com/2009/04/los-vicios-del-lenguaje.html

DEFINICIÓN Y SINTOMATOLOGÍA LINGÜÍSTICA DEL TEL

En la actualidad se ve como ha habido un incremento en el número de escuelas de lenguaje en Chile, estas se ocupan de tratar a niños que poseen diferentes dificultades entorno a este ámbito, añadiendo además que realizan una labor educativa correspondiente a los niveles en que cada niño deba estar según el ministerio. La conciencia del chileno a cambiado en este último tiempo, ya que toman más atención en los retrasos y dificultades que puedan tener sus hijos frente a su desarrollo, es así como muchos padres llegan con sus inquietudes a estas escuelas. Variados profesionales componen estos recintos como lo son educadoras diferenciales, psicopedagogos, parvularias, terapeutas ocupacionales en algunos casos, etc. El fonoaudiólogo realiza una gran labor en este ámbito, abarcando el tratamiento de los trastornos de estos niños, que en la gran mayoría son trastornos específicos del lenguaje.

En la fonoaudiología se utiliza constantemente la sigla TEL, que como es conocido es la abreviatura de Trastorno Especifico del Lenguaje, pero es posible que existan serias dudas con respecto a su definición. En la actualidad la definición mas aceptada es:

“Una anormal adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito. El problema puede implicar a todos, uno o alguno de los componentes fonológicos, morfológicos, semánticos o pragmáticos del sistema lingüístico” (Jódar, 2005, p.120).

Los trastornos del lenguaje se clasifican según distintos criterios, TEL se define como un trastorno primario, eso quiere decir que no es la consecuencia de ninguna patología, sino que es causa de la evolución del individuo. Por lo que la persona posee audición y CI normal, no posee trastornos emocionales o conductuales patológicos, etc. El Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL), también se puede encontrar como Trastorno Especifico del Desarrollo del Lenguaje (TEDL), este es una anormal adquisición del lenguaje, como ya se especifico el su definición, que afecta la comunicación normal de los niños con su entorno.

El DSM-IV-TR se utiliza ampliamente en el ámbito clínico y este divide el TEL en cinco categorías, en algunas también se incluyen trastornos de la voz que pertenecen al habla. Estas son Trastorno del lenguaje expresivo, Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo, Trastorno fonológico, Tartamudeo. Estas clasificaciones no sirven para hacer un diagnóstico terapéutico certero, ya que no dejan mucha amplitud para saber específicamente lo que posee el paciente. Se propone otra clasificación que se basa en cuadros clínicos que incluyen sólo los trastornos específicos del desarrollo del lenguaje, estos se dividen en tres grandes grupos Trastornos mixtos receptivos-expresivos, Trastornos expresivos y trastornos de procesamiento de orden superior. Clínicamente es muy útil ya que las características que describe cada uno de ellos dan la posibilidad de identificar la patología del paciente.

Dentro de la sintomatología del TEL encontramos anomalías fonológicas, semánticas, léxicas, morfológicas, sintácticas y pragmáticas. “Cuando hablamos de trastornos en el área fonológica, nos referimos a las dificultades para producir los sonidos adecuados que corresponden a cada palabra” (Jódar, 2005, p.128). Todos los niños presentan en la etapa de adquisición del lenguaje y el habla errores fonéticos y fonológicos, que son considerados parte del desarrollo del habla típico infantil. Se puede afirmar que se convierten en trastorno según Jódar (2005) si pasado un tiempo se instauran y no evolucionan hacia una articulación correcta de las palabras con los sonidos que la componen perfectamente interiorizados. Cuando estos errores son de articulación (fonéticos) se trata de corregir y enseñar al niño como se dice el fonema correctamente, en cambio cuando el error es de tipo fonológico se trata al niño de la forma que este puede interiorizar la adecuada utilización de los sonidos.
Como se puede inferir, los trastornos fonológicos tienen una gran importancia en la lectoescritura debido a que esta es esencialmente la relación de fonema-grafema, es decir letra y sonido. Es fundamental que los niños en etapa preescolar desarrollen ampliamente el lenguaje en todos sus ámbitos, para que poder presentar un buen rendimiento cuando lleguen a la etapa de educación básica.

Cuando el niño presenta anomalías en el aspecto léxico y semántico se presentan problemas en la compresión y evocación de palabras mientras los trastornos del área morfológica y sintáctica son dificultades para comprender y producir las marcas morfológicas, estas nos dan información de género, número, tiempo verbal, etc. Además con este aspecto del lenguaje se manejan las relaciones entre los diferentes elementos de la frase, y al presentar una anomalía en él la función se ve afectada.

Los trastornos que se producen en el área de la pragmática consisten en problemas y dificultades en el uso correcto del lenguaje y en el contexto que éste se da. Este trastorno no afecta solamente a los niños, sino que tiene una población más amplia, tomando adultos, haciendo diferencia entre las clases sociales, las actividades que realiza cada persona, etc. Es tanto que se le ha llegado a nombrar síndrome del déficit semanticopragmático, alguno de los síntomas son formas de conversación aberrante, comprensión deficiente de los enunciados complejos, aunque presenten una articulación y estructura gramatical normales.

Queda claro de esta forma que el lenguaje es una herramienta esencial y vital para comunicarnos. La etapa en la que más se debe poner atención es en la niñez, sin dejar jamás de quitar esta atención, ya que las patologías del lenguaje limitan esta comunicación y deben ser tratadas a tiempo.

Bibliografía

Jódar M., Barroso J., Brun C.,Dorado M. , García A., Martín P. y cols (2005). Trastornos del Lenguaje y la Memoria. Barcelona: Editorial UOC

ADQUISICIÓN DE UNA SEGUNDA LENGUA

Desde mediados del siglo XX, a nivel global, ha habido un meteórico crecimiento en distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana, especialmente en lo tecnológico. Esto ha llevado que cada vez sean más los países que están dependiendo de condiciones integradas de comunicación, referente a lo último, la lengua es un vehículo esencial para el desarrollo y el sostenimiento de las redes de comunicación entre las naciones del mundo.
Hoy en día, son más las personas que se interesan en aprender una segunda lengua. Esto se debe a diversos factores como el comercio, políticos, superioridad demográfica, educación y principalmente los medios de difusión.
La adquisición de una segunda lengua va a depender de distintos factores como las motivaciones, la personalidad, la exposición a la segunda lengua de la persona involucrada. Para algunas personas aprender una segunda lengua le puede resultar mas fácil por ejemplo si el sistema grafico y fonético de dicho idioma es similar a su lengua materna. El proceso de adquisición de segunda lengua difiere en sus etapas del proceso de adquisición de la primera lengua, ya que requieren habilidades cognitivas distintas. En parte esta es la razón, por la cual la adquisición de segunda lengua es un proceso más difícil y que requiere más tiempo que el aprendizaje de la lengua materna.
En el contexto de la lingüística se han esbozado diversas teorías acerca de las distintas formas en que se adquieren una segunda lengua, y los diferentes factores que influyen en las maneras de adquisición de un idioma.
Martí (2000) menciona a Tarone y Labov para hablar sobre la teoría sociolingüística; esta plantea que el interlenguaje mejora al leer en voz alta un texto en el nuevo idioma; el aprendiz presta más atención a ésta, y habrá un mayor porcentaje de éxito en la adquisición de dicha lengua. Ocurrirá lo contrario si la persona realiza una conversación libre o espontánea en el nuevo idioma, ya que no le prestará atención a la forma de la lengua; esto correspondería a un estilo vernacular en donde el lenguaje del hablante se asemejará más a una lengua pidgin, sin embargo en una conversación espontánea el hablante adquirirá una mejor pronunciación. Estas variantes se verán influidas por el sistema de interlenguaje que utilice el aprendiz. El interlenguaje corresponde al sistema lingüístico intermedio localizado entre la lengua materna y la lengua que se desea aprender. La forma en que se conceptualizan y se expresan las nociones y relaciones temporales en la lengua materna puede influir en el comportamiento del interlenguaje, en términos de expectativas del aprendiz a percibir ,procesar y producir ciertas formas y características semánticas que también ocurren en la lengua materna. El primer sistema corresponde a un conocimiento implícito, en donde la persona aprende la lengua de un modo inconciente; el segundo sistema hace alusión a un conocimiento metalingüístico, en donde la lengua se aprende de manera conciente, prestándole atención a las reglas y normas de dicha lengua. La adquisición lingüística es un proceso subconsciente, como el de los niños pequeños cuando aprenden su propio idioma. Los aprendices no son conscientes de las reglas gramaticales que utilizan, sino que desarrollan un sentido de lo que es correcto o esta bien.
Se ha planteado una segunda teoría, para esto Martí nos menciona a la teoría de Chomsky y a la teoría de procesamiento psicológico descrita por McLaughlin. Dicha teoría se conoce como Teoría Psicolingüística, en donde la persona controla sus emisiones en la lengua extranjera, pero luego pierde dicho control, dificultando su comunicación con el resto; también se ha observado que la competencia lingüística para adquirir un nuevo idioma se basa en dos tipos de conocimientos, uno automático y otro analizado. El primero corresponde a un proceso en donde se utiliza un conocimiento improvisado, espontáneo; en el segundo se utiliza un discurso absolutamente planeado.
El contexto interviene de distintas maneras en la forma en que se aprende una lengua extranjera. La adquisición de la lengua se produce a partir de la relación permanente entre el sujeto y el medio, que le permite ir construyendo estructuras sucesivas de conocimiento. Según la teoría del contexto lingüístico, el contexto influye en la elección de las diversas variantes morfológicas, fonológicas y del léxico. El término variación (Martí), se utiliza para referirse a la variación del interlenguaje de un aprendiz o distintos aprendices. La teoría del contexto del discurso hace hincapié en el tópico de la conversación, siendo este un importante factor en la variabilidad lingüística. Por otra parte, la teoría del contexto social determina a la variabilidad lingüística por factores sociales y estilísticos .El factor social corresponde a la clase social, sexo, edad; el factor estilístico establece el grado de formalidad, según la situación en que se encuentre el hablante. La teoría del contexto interaccional, plantea que el contexto va continuamente variando, vale decir, el contexto no es estático. Esto sería un agente importante en la utilización de todas las herramientas lingüísticas para la conformación del discurso. Por último la teoría del contexto psicológico considera que el grado de atención a la forma de la nueva lengua no es un factor social, sino más bien psicológico; dicha atención se puede lograr cuando no se ha planificado el discurso, no afectando a la memoria de corto plazo, la cual limita los procesos de control de las emisiones en la lengua extranjera.
En un ámbito sociolingüístico, las distintas variaciones lingüísticas, las podemos interpretar de diferentes maneras, según Martí (2000) “el uso de la lengua se percibe como una variable independiente, que el aprendiz puede utilizar libremente para influir en las relaciones de poder y de estatus interpersonal en su propio favor”. Aún no se ha podido explicar de qué manera se adquieren las variantes lingüísticas y el por qué no se pierden las formas lingüísticas de la lengua materna; dicha independencia lingüística es una clara manifestación de la existencia de una o dos estrategias de procesamiento de la información, esta autonomía se debe a la utilización de un sólo sistema semántico para el procesamiento de la información lingüística. Las variaciones del lenguaje pertenecen a una parte de este sistema único, lo que facilita a la economía de almacenamiento. Según esto se puede decir que las distintas particularidades de la lengua son absolutamente innatas.
Según los estudios de la sociolingüísta y la psicolingüística, el aprendizaje de una nueva lengua, no sólo mejora las habilidades cognitivas, sino aún más, nuestras capacidades para relacionarnos con nuestro entorno, en una sociedad cada vez más individualista y cuando están todas las facilidades y los medios para comunicarse, en un mundo totalmente globalizado.
Bibliografía

Coperías M., Redondo J., San Martín J., Martí M. y cols (2000). Aprendizaje y enseñanza de una segunda lengua .Valencia: Universitat de València.